Una joven pasante de Derecho, identificada como Ari Téllez, ha denunciado un caso de acoso laboral ocurrido en un despacho jurídico del municipio de Cuautlancingo, en el estado de Puebla. La joven compartió su testimonio a través de redes sociales, generando una ola de reacciones y apoyo por parte de la comunidad.
Según relató Ari, todo comenzó durante su proceso de entrevista, cuando el abogado responsable del despacho, identificado como René Flores de los Santos (aunque otras fuentes lo llaman René Ramos), comenzó a hacerle comentarios con connotaciones personales. “Eres muy hermosa”, fue la frase que la incomodó desde el inicio, aunque en ese momento decidió continuar con el proceso, creyendo que se trataba de un comentario aislado.
Acoso laboral en despacho de Cuautlancingo: así fue la dinámica
El acoso laboral se agravó el 19 de agosto de 2025, cuando Ari fue invitada a acompañar al abogado a una audiencia en el Poder Judicial de la Federación. Al día siguiente, ya en el despacho de Cuautlancingo, el abogado impuso una dinámica inapropiada: cada vez que ella cometiera un error, debía aceptar un “castigo” en forma de besos, toques físicos o bromas de doble sentido.
El momento más grave ocurrió cuando Ari se negó explícitamente a una acción y, pese a su negativa, el abogado la besó sin su consentimiento. Asustada, la joven se encerró en el baño del despacho y contactó a su pareja para que acudiera a auxiliarla. Posteriormente, decidió hacer pública su experiencia y compartir evidencia, incluyendo capturas de pantalla y la cédula profesional del abogado, registrada desde 1998.
La denuncia fue acompañada de múltiples mensajes de apoyo en redes sociales, donde usuarias compartieron experiencias similares, evidenciando que el acoso laboral no es un hecho aislado, sino parte de una problemática extendida que requiere atención urgente. La visibilización de este caso también ha provocado un llamado a las autoridades para reforzar los mecanismos de protección laboral, sobre todo para mujeres jóvenes que inician su vida profesional en entornos jerárquicos.
Ya presentó denuncia ante la FGE por acoso laboral
Ari acudió ese mismo día a la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), donde presentó una denuncia formal por acoso laboral. La difusión del caso a través de redes sociales llevó a que otras mujeres manifestaran haber vivido experiencias similares con el mismo abogado, aunque muchas no denunciaron por miedo o falta de pruebas.
Su testimonio, además de exponer un caso particular, ha abierto un debate público sobre la vulnerabilidad de mujeres jóvenes en sus primeros empleos y la necesidad de establecer protocolos eficaces en todos los entornos profesionales. Expertas en temas de género y derechos laborales han insistido en que los despachos jurídicos también deben estar sujetos a políticas claras de prevención y atención ante cualquier tipo de conducta abusiva.
¿Qué es acoso laboral y cómo se denuncia?
En México, el acoso laboral se refiere a cualquier conducta abusiva que atente contra la dignidad o integridad de una persona en el ámbito de trabajo. Incluye comportamientos verbales, físicos o psicológicos que generan un ambiente hostil. Cuando además hay una relación jerárquica, como entre un jefe y una subordinada, las consecuencias legales pueden ser más severas.
Especialistas en derecho laboral señalan que este tipo de conductas están tipificadas en la Ley Federal del Trabajo y pueden denunciarse tanto ante la FGE como ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Además, recomiendan conservar pruebas y contar con testigos cuando sea posible.
En casos como el de Ari, el respaldo social y la documentación digital han sido clave para visibilizar los hechos y abrir una investigación. Su decisión de denunciar y compartir su historia ha inspirado a otras mujeres a alzar la voz.
El caso ha provocado gran impacto en redes sociales, donde cientos de personas, incluyendo colectivos feministas y organizaciones defensoras de derechos humanos, expresaron su apoyo a Ari. Su valentía al compartir lo ocurrido ha motivado a otras jóvenes a alzar la voz ante situaciones similares.
Ari declaró que su intención al hacer pública su experiencia fue evitar que otras mujeres pasen por lo mismo: “Si no lo hablamos, seguirá sucediendo. Mi caso no es único”, afirmó. La joven continúa recibiendo apoyo y acompañamiento legal para que el proceso avance y siente un precedente en el estado de Puebla.
La exigencia ciudadana es clara: que se garantice el acceso a una vida laboral libre de violencia, sin importar el rubro, la jerarquía ni el género. El acoso laboral debe enfrentarse con firmeza, desde la legislación hasta la cultura organizacional.